Han pasado tres años desde que llegue a esta escuela. Fue poco después de que mis padres hubiesen fallecido, en aquel entonces tenia solo 14 años y todo era nuevo para mí. Había vivido tanto tiempo en un sueño, que cuando tuve que despertar no estaba preparado, ya no podía distinguir la realidad de la fantasía…

Entonces se discutió lo del testamento. Nadie quería hacerse cargo de mí, a nadie le agradaba la idea de criarme, no después de quienes era mis padres, de quien era hijo yo… Criminales. Eso decían de mis padres y también decían que yo seria igual a ellos, la oveja negra de la familia…

Después de mucho tiempo acabe en casa de mis tíos. Eran gente amable, pero al final con todo de lo que ya tenían que hacerse cargo, yo no era mas que una carga para ellos. Fue por eso que comencé a estudiar arduamente, estudiaba y estudiaba hasta que finalmente obtuve una beca para este instituto, reconocido por ser el mejor del país.

Afuera esta lloviendo pero no me agrada, no me gusta la lluvia aunque no estoy seguro del por que me entristece. Tal vez por que cuando mis padres murieron llovía y en aquel entonces me sentía tan solo; aunque si lo reflexiono no es esa la razón por la que me entristece, es algo más que no consiguo distinguir. Además, ya no estoy solo. Ya no mas. Tengo muchos amigos, docenas de ellos. Pero entonces ¿Por qué me siento así? No consigo comprenderlo…

Será mejor volver a las instalaciones, la lluvia se esta volviendo mas fuerte y tal vez ya no pueda regresar mas tarde. Me dispongo a hacerlo cuando noto que hay alguien cerca del lago. Una chica. ¿Por qué me parece tan familiar? Estoy seguro que la he visto antes ¿Pero donde?

-¡Buenos días superior! – una voz me sorprende, me saca de mis pensamientos. Es la chica ¿Pero como ha llegado aquí?
-Bu-buenos días…
-¿Qué? ¿No me diga que lo asusté? - preguntó con una mirada angelical
-¿Asustar…me? No… yo… solo…
-Ja, ja, ja. Disculpe por eso, pero es que lucia tan distraído – sonrió con dulzura – No era mi intención sorprenderlo.
-¿Eh? ¿Y por que estas aquí fuera?
-¿A que se refiere?
-Pues esta lloviendo ¿Qué hacías en el lago? Te enfermaras…
-¿Enfermarme? –pareció sorprenderle mi comentario y una suave risa salio de sus labios –¡Que divertido es usted superior! Pero gracias por preocuparse por mi…
-No… yo… no es que estuviera preocupado – por alguna razón, la sangre en mi rostro decidió concentrarse en mis mejillas y acabe sonrojado.
-Je, de cualquier manera gracias superior.
-Vamos, deja de llamarme superior. Me llamo Julián, así es como debes llamarme.
-¿Julián? -pareció meditarlo por unos momentos, haciendo un pequeña mueca para finalmente regalarme una radiante sonrisa - ¡Me parece bien, Julián!
-¿Y podría saber quien eres tu? Parece que me conoces muy bien y me siento en desventaja ¿En qué año vas?
-¡Vaya! ¡Que cruel eres! ¡Parece que te has olvidado de mí!
-¿Qué dices?
-Mmm… Esta bien, de verdad no lo recuerdas… - su mirada antes alegre se torno repentinamente triste y el volumen de su voz tambien bajo - Mi nombre es Marina… Y sí, tienes razón, yo te conozco de hace mucho…
-¿Me conoces? ¿De donde? Pero es que yo no te recuerdo…
-Esta bien, no se preocupe o le dolerá la cabeza… - me dijo con una sonrisa. Para ese momento la lluvia había cesado y dentro de poco el sol saldría – Bien, debo irme supe… Julián. Pero espero verte de nuevo.

Antes de que me diera cuenta de lo que ocurría, ella había desaparecido entre los árboles y me hallaba yo solo frente al lago, empapado y confundido, pero ahora que se había ido, sentía un vació dentro de mí…

Un estornudo me hizo reaccionar a que debía volver y darme una ducha rápidamente o me resfriaría, y no podía darme el lujo de enfermarme, pues no podía perder esta beca por la que tanto había trabajado.

Cuando entre en mi habitación esta estaba vacía y no había señales de Rubén, mi compañero de cuarto. Conociendolo lo más probable era que estuviera con alguna chica, cada día era alguien nueva y cambiaba de novia como cambiaba de calcetines, incluso en ocasiones llegaba a tener mas de una novia a la vez y lo que mas me sorprendia era que ellas estuvieran de acuerdo. Por mi lado, se podria decir que yo era el perfecto opuesto de mi amigo. No es que fuera feo ni una especie de bicho raro, pero desde que recuerdo nunca me han interesado esa clase de cosas, mis prioridades siempre han sido otras y mientras me alegro de tener amigos no tengo ningun deseo de tener algo más.

Me despoje de la empapada ropa y entre a la regadera. El frió de la habitación combinado con el vapor del agua hizo que me estremeciera de pies a cabeza; el agua caliente caía suavemente sobre mí y mi negro cabello se pegaba a mi nuca. No me di cuenta cuando mi cabeza cayó, recargándose en el azulejo frente a mí. ¿Qué me ocurría el día de hoy? No lo comprendía aun y tenia una extraña sensación, como si me olvidara algo sumamente importante ¿Pero qué? ¿Qué era?

-¡Ya llegue! – el grito de Rubén me hizo volver a la realidad y cerré la llave de la regadera, me sequé y me puse unos pants que solía usar de pijama, sobre todo cuando hacia calor.

Fuera del baño, Rubén estaba recostado en su propia cama de bastante buen humor. No cabía duda que algo había hecho de lo que se sentía especialmente satisfecho y orgulloso.

-¿No me vas a preguntar por que estoy tan feliz? – me pregunto con una sonrisa se oreja a oreja
-A ver… ¿Por qué estas tan feliz? - pregunte siguiendole el juego mientras me sentaba sobre mi propia cama.
-¡Ni que te lo fuera a decir! - puse los ojos en blanco ante su respuesta.
-¿Alejandra? ¿O tal vez Verónica? - adivine luego de permanecer unos momentos en silencio.
-Ni de cerca.
-¿Alma?
-Nop. Ella es mañana.
-¿Georgina?
-Ayer.
-¿Mariela?
-El sábado.
-¿Entonces quien? -pregunte ya algo desesperado - Ya no conozco ninguna otra chica con la que no hayas salido antes…
-Claro que si. Susana.
-¿Susana? ¿Qué no tenia novio?
-Ya no. - Y su sonrisa de satisfacción casi pudo haber iluminado la habitación.
-Y me supongo que tu fuiste el causante ¿No?
-¡Por supuesto que no! ¿Por quien me tomas? - exclamó haciendose el ofendido
-¿Te digo la verdad o seguimos siendo amigos? - pregunte alzando una ceja y mirandolo levemente divertido por su reacción.
-¡Oh vamos! ¡No tengas tan poca fe en mi!
-No es que tenga poca fé - le dije serio - Solamente es que te conozco…
-…
-Bien, si dices que no tuviste nada que ver te creo. – En realidad no lo hacia y ambos lo sabiamos, pero estaba cansado y sabía que si seguia con el juego esto se convertiría en una discusión bizantina y hoy menos que nunca me sentía de humor. – Ya me voy a dormir…
-Si esta bien, solo apaga la luz ¿Bien?
-Ya que…

Apague la luz y me acosté. No tenia sueño, pero tampoco quería hablar, así que solo permanecí en silencio mirando la lámpara y mi mente rápidamente volvio a la chica del medio día. Estaba seguro que la conocía aunque no conseguía recordarla. Había dicho que su nombre era Marina y se notaba que sabia quien era yo… ella misma dijo que la conocía, pero no consigo recordarlo…

Pero aquellos verdes ojos… y su negro cabello… era tan hermosa… casi parecía un ángel… Pero… ¿Pero que sucede conmigo? Ese no soy yo… ¿Pensando en una chica? Es absurdo… pero… algo en ella era diferente… casi como si me hubiera hechizado…

-Rubén… -dije en voz baja
-¿Hum? ¿Qué pasa?
-Hoy vi a una chica…
-¿Una chica?
-Si… la vi cerca del lago… era tan hermosa…
-¿Del lago? –cuando dijo aquello su voz flaqueo, pero después pareció volver a la normal - ¿Y que? ¿Te la ligaste? ¿O quieres pedirme un consejo?
-¡No digas tonterías! –exclame- Ella parecía conocerme… pero yo a ella… aunque me parecía muy familiar, no consigo recordarla.
-… Bueno, eso no es raro… No por nada somos los dos chicos mas populares de aquí… no es raro que te conozca, todos te conoces…
-Si… tal vez… pero… no se, es extraño… si la hubiera visto la recordaría… pero no consigo hacerlo…
-…
-Marina… Ese dijo que era su nombre…
-¿¡Marina!? – Rubén pareció sorprendente e incluso casi se atragantaba con el agua que había comenzado a beber.
-¿La conoces?
-Eh… no… yo…. No recuerdo conocer a ninguna Marina…
-¿De verdad? – no confiaba demasiado en el, tenia la impresión de que me ocultaba algo y en eso no me equivocaba - ¿Entonces por que me cuesta creértelo?
-… Será mejor dormir… mañana tenemos química a las 7:00 y no podemos faltar… tu menos que nadie…

Sabia que Rubén me ocultaba algo, era fácil de saber… ¿Pero que? Era algo relacionado con Marina… eso es seguro… ¿Pero que?... Marina…. Marina… Marina…

Era una noche de tormenta… el viento soplaba fuerte… un ciclón se acercaba… ¿Entonces donde estaba ella? No la encontraba… Llevaba horas buscándola, cuando me di cuenta que no estaba en el edificio… ¿Entonces en donde estaba?

Corrí de un lado a otro, pregunte a sus amigas y maestros, pero nadie sabia su ubicación… comenzaba a entrar presa del pánico… ¡Demonios! Ya había revisado su dormitorio, sus salones, la cafetería,, la sala de audiovisuales, la papelería, el auditorio, el laboratorio. Ya había revisado todo excepto…. ¡Las rosas! Eso era… ella ama esas rosas… ahí debía estar…¡Rápido! ¡Tenia que encontrarla!

A pesar de la tormenta que se cernía sobre nosotros, yo corrí en su búsqueda. Atravesé cientos de obstáculos, hasta que finalmente llegue a los rosales que estaban junto al lago. No estaba. Me sentí aliviado… supuse que habría vuelto al edificio… que sencillamente no la había buscado bien… o nos habíamos cruzado…

Estaba a punto de dar la vuelta cuando algo entre la tierra llamo mi atención, un objeto brillante… me acerque y lo tome… mi sorpresa y mi terror se mezclaron en un grito de dolor… aquello era… su dije… aquel que siempre cargaba consigo… nunca se lo quitaba… Al lado de un trueno mi mas desgarrador grito de dolor resonó en el aire…

Desperté cubierto de sudor y mi corazón latía con fuerza, como si intentara escapar de mi pecho… había sido un sueño… solo un sueño… Afuera el sol brillaba con fuerza…

Me prepare para un nuevo día… otro día mas… Las clases parecían monótonas y fui incapaz de concentrarme pues el recuerdo de Marina y aquella terrible pesadilla no salían de mi mente… al terminar las clases, corrí al lago, esperando volver a ver a la bella joven, pero nunca apareció. así estuve yendo todos los días que siguieron. Hasta que comencé a investigar sobre ella. Pero nadie parecía conocerla. Revise las listas de los años menores y en ninguna estaba… ¡Era como si no existiera!

comencé a preguntarme si no había sido una broma pesada de mi imaginación, en un intento de encontrar algo a que aferrarme… tal vez era un aviso de que necesitaba una novia o…

Paso un mes y casi lo había olvidado… o al menos eso quería creer. No había nada que pudiera hacer, pero mi corazón se sentía vació… sin vida… No podía alejar ese rostro, angelical e inexistente de mi mente… a veces cuando llovía me parecía verla… escuchar su voz… pero no estaba ahí…

Finalmente la primavera casi terminaba… dentro de poco seria la graduación y no volvería a pisar esta escuela… ni tampoco saber de esa misteriosa chica… La vida a mi alrededor parecía correr con rapidez mientras que yo siempre iba lento… no tenia ánimos…

Finalmente… pocos días antes de la graduación… en un día lluvioso… volvió a aparecer… intente ignorarla, suponiendo que era mi imaginación… tal vez un sueño… que había trabajado tanto y me había quedado dormido en algún lugar…

-¿Qué ocurre Julián? – me pregunto la voz mas dulce que jamás había escuchado
-… Ma… - fui incapaz de articular palabra alguna… en verdad era ella, era real… ahí estaba ahora frente a mi
-¿Te sientes bien? Parece que hubieras visto un fantasma…
-Yo… ¿Quién eres?
-¿Cómo que quien soy? Soy Marina…
-¡Eso es imposible! ¡No hay ninguna Marina en el instituto! ¿Quién eres en realidad?
-.¿Qué quieres decir? Yo soy Marina...
-¡Eso es mentira! ¡No hay ninguna Marina aquí!
-...
-En ese caso no existes...
-¿No... existo?
-... Mejor me voy... –comencé a alejarme de ahí, pero de improviso me sujeto de la cintura
-¡Espera! ... ¿De verdad no me recuerdas?
-... No...
-Ya veo...... Dime... ¿Por qué odias tanto la lluvia?
-¿La lluvia?
-Fue hace dos años... si... dos años... Nos conocimos en el inicio de clases... Yo era nueva en el Instituto y chocamos antes del desfile de bienvenida... desde aquel entonces nos habíamos vuelto buenos amigos... Pero hace un año...
-¿Nos conocíamos...? – Las imágenes lentamente comenzaron a brotar en mi cabeza... aquella linda sonrisa... esos brillantes ojos... comenzaba a recordarlo...
-Si...
-...- mi sueño.... acaso.... – Hace un año... fue el ciclón verdad... ahí fue donde... ¡Marina!
-Si... ¿Sabes? Te extrañe tanto...
-Pero tu... pensé... ¿Por qué no te vi antes? ¿Por qué no me dijiste que seguías viva?- intente abrazarla... pero cuando lo hice, mis manos atravesaron su frágil cuerpo
-... Por que no fue así... yo morí aquel día... pero me negaba a dejarte...
-Marina... – mi corazón dio un vuelco... ahora recordaba todo... en aquella tormenta, cuando ella había ido a los rosales... la tormenta fue tan fuerte que la arrastro al lago... por mas que intente salvarla fue imposible... A la mañana siguiente se llevaron su cuerpo inerte... Una lagrima se escapo de mi ojo
-¿Sabes? No había podido irme... por que nunca pude decirte algo muy importante
-¿Decirme algo?
-Julián... tu eres la persona que mas he amado nunca... Te amo
-Y yo a ti...
-No sabes lo feliz que me haces...
-Marina
-Quisiera poder quedarme a tu lado... pero ahora ya puedo irme...
-¿A dónde iras?
-Es un lugar muy hermoso... lleno de mariposas...
-...
-El dije que encontraste aquel día... por siempre guárdalo, pues yo siempre cuidare de ti... Solo espero que seas feliz... Promételo
-Marina... Si... te lo prometo
-Adiós mi querido Julián...

Después de ese día no la volví a ver, pero nunca me sentí solo de nuevo... sabia que Marina estaba conmigo y ella me dio fuerzas para continuar siempre. Ahora, daba mi mejor esfuerzo y esperaba algún día reunirme con ella, en aquel hermoso lugar lleno de mariposas...

Fin